domingo, agosto 27, 2006

A lomo de avión

"Tranquilos: Desde 1942 este avión está volando y hasta ahora no ha pasado nada", palabras del capitán de la aeronave que nos llevaría, minutos después, desde Villavicencio a La Macarena, un pueblo enclavado en la Serranía de La Macarena. Las palabras realmente no tranquilizaban mucho si uno se ponía a pensar en que precisamente esas estadísticas, cada día más, con cada hora de vuelo adicional, se encargaban de desafiar las leyes de la probabilística siniestral. Estas fotos son del momento en que llegamos al destino y el avión se preparaba para emprender el regreso.

En La Macarena no hay bandas eléctricas que llevan el equipaje para descargar la estufa nueva que llega, providencial, desde la ciudad. Dos o tres mulas llegan hasta la panza del avión como cachorros que corren a amamantarse de la generosa nodriza. De vuelta, en ese avión se embarcan no solo los bultos de yuca, sino los costales de esperanzas de los campesinos que con su trabajo honesto buscan hacerle zancadilla al seductor canto de sirenas del dinero fácil del narcotráfico de la guerrilla de las FARC, que en esa zona tienen un gobierno casi absoluto. La Macarena (Meta, Colombia - 2004).